miércoles, 10 de junio de 2009

HISTORIA Y CONCIENCIA DE CLASE

CURSO : IDEOLOGÍAS POLÍTICAS CONTEMPORÁNEAS
TEMA : HISTORIA Y CONCIENCIA DE CLASE (Gerg Lukács)


1.La obra analizada trata sobre la denominada conciencia de clase, que para el autor viene a ser el conjunto de creencias compartidas por aquellos que ocupan una misma clase social en la sociedad. La clase que se considera llamada a dominar a las demás, tiene que organizar la sociedad a la medida de sus intereses, vale decir, desde su conciencia de clase. Pero a su vez la burguesía ha desarrollado lo que se llama la “falsa conciencia”, que es una forma de enajenación a la cual es sometida el proletariado vía la cultura, la religión y toda la superestructura imperante. Lo importante para Lukács, es que el proletariado no sólo sea una clase en sí, sino que además sea una clase para sí, es decir, que sea consciente de su posición en la sociedad y que a partir de ella luche por emanciparse y tomar el poder.
La conciencia de clase de la que habla Lukács, no tiene que ver con la conciencia psicológica, que se puede entender como una forma individual, particular y hasta subjetiva del ser; la conciencia de clase se entiende como un saber objetivo en una situación concreta, que se vincula a la posición que cada clase ocupa en la producción y apropiación de la riqueza en un momento determinado de la historia. Dicha expresión para el proletariado constituye el interés más claro en cuanto a la necesidad de entenderse a sí como sujeto histórico víctima de la explotación y la alienación económica que separa al proletariado de los medios de producción necesarios para su subsistencia y los obliga a vender su fuerza de trabajo en condiciones desventajosas a la clase que los oprime, la burguesía.

2.La ideología entendida como falsa conciencia, la podemos extrapolar de Lukács, cuando afirma que, sólo en la medida que la clase tiene el convencimiento de creerse sujeto histórico de cambios, posee combatividad y es consciente de su misión; y además logre erradicar la falsa conciencia de sí y para sí, rompiendo con la alienación que lo ha maniatado en todo sentido, permitiendo su explotación, sólo en esa medida, será dueño de su destino. Cuando la clase proletaria deje de creer en “los cantos de sirena” de la burguesía, cuando se dé cuenta que todo lo que conoce está hecho por el sistema para distorsionar la realidad y perpetuar su explotación, cuando se dé cuenta que el sistema sólo lo percibe como una cosa, como un bien, como una mercancía, y por lo tanto, no es sujeto de derechos más sí de obligaciones, entonces se dirá que ha dejado de ser engañado y ha asumido el rol histórico que le compete. Se debe dejar en claro que, la emancipación del proletariado, estará en concordancia con su organización como partido proletario, de masas y desde allí organizará y dirigirá la revolución que lo llevará a ser libre, pasando desde luego por una fase de desideologización de los proletarios con relación a la “falsa conciencia adquirida” de la burguesía, esta es una misión que sólo un partido proletario puede asumir.

3.La ideología como discurso que justifica el Poder, es un manejo que hace la burguesía de todos los medios disponibles para seguir usufructuando las riquezas que los proletarios producen, Lukács, plantea que existe un problema, con relación a la adquisición de la conciencia de clase, no se sabe aún “cuanto más tiene que sufrir el proletariado para llegar a su madurez ideológica, al conocimiento adecuado de su situación de clase, hasta su conciencia de clase”. En estos tiempos de globalización del capitalismo, la lucha se hace difícil, pues por todos los medios se busca seguir aletargando al proletariado; más aún, a la fecha y tras la finalización de la guerra fría y la despolarización del mundo, la burguesía esta arremetiendo con su máximo poderío y desvirtúa, desmerece y/o descalifica todo tipo de lucha reivindicativa o emancipación de los pueblos oprimidos. A esto contribuyen partidos políticos u organizaciones sociales que se autodenominan clasistas y combativas, pero que en sí, vienen a ser instituciones burocratizadas, con una práctica del señorío y que no son más que disfrazados pseudo revolucionarios, caudillos, que en la mayoría de las veces abogan por una conciliación de las clases y por la preservación del sistema burgués y que no organizan a la clase para tomar el poder sino que solamente piden su cuota de poder en el Estado burgués.

4.Finalmente, la conciencia de clase no es algo que esté en el aire y que se desarrolle fácilmente en el proletariado, sabemos que la burguesía utiliza todos los mecanismos posibles de su Estado burgués para dominar al pueblo, a ello contribuyen muchas veces los partidos y organizaciones “conciliadoras” y “pseudo revolucionarias”; por lo tanto, es deber del partido proletario, del partido de clase, que en exclusiva defiende y se identifica con los intereses más profundos y sentidos de la clase explotada, introducir y colaborar con el florecimiento de la conciencia de clase, de la clase para sí, pues será la única manera de liberarnos de la explotación y de la miseria que cada vez va más en aumento en el mundo.

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